Éste último año, hemos vivido una situación social excepcional. Tanto a nivel individual, como colectivo, en lo referente a la salud y también a lo político y económico, nuestras vidas han cambiado y no volverán a ser iguales, por varias razones que no vienen a cuento para tratar el tema de hoy.

En lo que a la fisioterapia se refiere, los tratamientos manuales han disminuido, en determinado momento no pudimos ejercer libremente nuestra profesión, y actualmente, la relación entre pacientes y sanitarios ha cambiado, igual que en el resto de relaciones personales en general.

Pero antes de que todo lo relacionado con la COVID sucediese, ya había muchas situaciones en las que las personas, por distintas razones veían limitadas sus visitas al fisioterapeuta.

Los profesionales de fisiozoom hemos tenido pacientes cuidando a familiares mayores o enfermos, madres de niños pequeños ocupadas a todas horas, personas lesionadas o enfermas, estudiantes de oposiciones, etc , en definitiva, personas que no disponían de tiempo y posibilidad de acudir a una consulta de fisioterapia por sus circunstancias.

En estos casos particularmente, nos fue de gran ayuda el auto tratamiento domiciliario.

La situación era distinta a lo habitual; se ponían en contacto con nosotros y solicitaban asistencia a distancia para mejorar su situación personal, dolores, falta de actividad física, problemas posturales, falta de conocimiento sobre cómo movilizar pacientes en casa…

en estos casos, personalmente me he sentido muy feliz de poder ayudar a mis pacientes a mejorar su calidad de vida , un poco de ayuda y atención en algunas ocasiones nos alegra el día a día, nos motiva a cuidarnos y cuidar a los demás y nos da calidad de vida.

Cuando desde fisiozoom hablamos de auto tratamiento domiciliario de fisioterapia, no hacemos referencia a la aplicación de remedios que han funcionado en otros,tipo famosos de turno, por mucho que lo que ellos manifiesten sea lo mismito que note yo que me pasa, tampoco a las generalidades que un influencer pueda recomendar en distintas redes, ni a los consejos de revistas que en general no escriben ni siquiera sanitarios, si no periodistas…

Hablamos de aplicar un tratamiento de fisioterapia en nuestro domicilio, pero habiendo pasado por una entrevista, una valoración y una programación terapéutica personalizada de mano de profesionales de la salud con su formación necesaria y su responsabilidad correspondiente.

Nuestro cuerpo es único e irrepetible, ni siquiera es igual tener una edad u otra, o un peso u otro, o hacer un deporte u otro siendo la misma persona, por eso es necesario personalizar el tratamiento y hacer valoraciones para seguir una evolución y conseguir objetivos terapéuticos.

Cuando el propósito del profesional y del paciente es el mismo, y las dos partes están implicadas en la recuperación trabajando juntas por mejorar la salud, es fácil conseguir resultados. En fisiozoom sabemos que la motivación por ambas partes es la clave del éxito.